MUNICIPIO
DESCRIPCIÓN DEL CASO
Desafío:
El sandbox urbano de Valencia se creó para fomentar la colaboración entre el gobierno local, el sector privado y académico de la ciudad, así como el intercambio de conocimientos, experiencias y aprendizajes. Se trata de un entorno controlado que facilita la experimentación para afrontar desafíos medioambientales, de movilidad urbana, eficiencia energética, actividad turística, comercial y económica, de carácter sanitario, cuidado de las personas, regeneración urbana, reciclaje de residuos, digitalización, modernización del sector público o seguridad, entre otros.
Solución:
El Ayuntamiento de Valencia aprobó, en el año 2024, una ordenanza municipal reguladora del sandbox urbano, que tiene como objetivo impulsar los proyectos del sector innovador y tecnológico de la ciudad, y dar a las empresas la posibilidad de probar sus productos en entornos reales para asegurar su éxito en el mercado.
Este instrumento forma parte de la estrategia Valencia Capital de la Innovación para que la ciudad se convierte en un espacio de experimentación y de desarrollo de innovación al servicio de empresas emergentes, centros tecnológicos y equipos de investigación de las universidades.
Las empresas que lo utilicen estarán exentas de la tasa de ocupación de dominio público. La ordenanza se basa en un modelo de ventanilla única, ágil y facilitador, para la realización de pruebas reales como por ejemplo el de un robot de limpieza de la arena de playa o la adaptación de las farolas de la ciudad para que, además de cumplir con su función de iluminar, puedan ser también cargadoras de vehículos eléctricos.
Estas iniciativas pueden desarrollarse en espacios públicos (plazas, mercados, vías, instalaciones deportivas), infraestructuras públicas (alumbrado, datos, transporte público, alcantarillado) o incluso, eventos deportivos o festivos que ocurren en la ciudad de Valencia.
Resultados:
Se trata de un instrumento pionero en Europa.