Desafío:

La ciudad de New Rochelle, Nueva York, busca integrar la realidad virtual en el proceso de aprobación para la remodelación del centro. Están enfocados en un problema que enfrentan casi todas las ciudades: cuando los líderes de la ciudad o los desarrolladores proponen una nueva construcción, a los residentes les resulta difícil visualizar cómo se verán los cambios en sus comunidades según los dibujos. Como resultado, su retroalimentación es menos efectiva de lo que podría ser. 

Solución:

New Rochelle, ganador del Desafío de alcaldes de Bloomberg Philanthropies 2018, está utilizando la realidad virtual para cambiar esa dinámica. La ciudad ha construido una plataforma de realidad virtual llamada NRVR, donde los residentes pueden ver de una manera más realista cómo se verán realmente los cambios propuestos en el entorno construido. Esta plataforma se limita más a visualizar proyectos específicos que la ciudad está llevando a cabo. 

Un caso de uso inicial son los planes de la ciudad para transformar una autopista de seis carriles en una calle urbana más transitable. Para solicitar comentarios, el equipo de gobierno fue a eventos públicos como el festival de jazz de la ciudad, actividades del mes y la ceremonia anual de iluminación del árbol de Navidad, y les han dado a los residentes la oportunidad de usar un casco de realidad virtual que los hace sentir como si estuvieran en medio del espacio rediseñado. Han participado alrededor de 250 residentes, ofreciendo comentarios específicos.

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